sábado, 18 de julio de 2015

EL INDIVIDUO





SECUENCIACIÓN  DE LA PERSONA HUMANA
2.- EL INDIVIDUO (realizada el 17 de diciembre de 2010)
Atardeceres pensativos y reflexivos, al son del chisporrotear de unos leños,
en el fogón de un hotelito complutense en la Década de los Sesenta.
En la PERSONA HUMANA
Los principios físicos
Que la constituyen son:
Alma espiritual y cuerpo material;
Y los principios  metafísicos:
Animalidad y racionalidad.
Una definición real esencial
De la PERSONA HUMANA
Es la que ofrece BOECIO,
Filósofo ilustre del siglo V:
“Persona propiamente se denomina
La sustancia individua
De naturaleza racional”.
TOMÁS DE AQUINO viene a decir,
Al explicar,” que la persona es
El individuo de naturaleza racional”
Bueno será añadir seguidamente
Que la agudeza y la finura de la definición
De Boecio y su éxito y aceptación
En la TRADICIÓN FILOSÓFICA le viene
De que se tiene en cuenta la posibilidad
De que no queden fuera de la definición
De PERSONA las PERSONAS DIVINAS,
Y de que aparezca claro que,
Absolutamente hablando,
Se puede ser hombre,
Verdadero hombre,
Y no ser persona humana.
Es el caso de JESUCRISTO.
La sustancia, por tanto,
Es una esencia,
Posee una esencia,
Una única esencia, la suya.
La sustancia puede sustentarse
En sí misma y por sí misma:
Siendo su ser, sin haberlo recibido
De nadie ni por nada,
Ni por mediación de nada ni de nadie;
Pero entonces una sustancia
Así entendida no puede ser otra que DIOS.
La sustancia cobra realidad
Y mantiene su ser en virtud
De sí misma, por un ser más excelso,
Sustancia también, pero sustancia infinita;
Aunque para seguir siendo, necesita del influjo
Positivo de un SER SUPREMO.
Podríamos expresarnos así:
Sustancia primera es una sustancia individual
Y concreta; y sustancia segunda, la esencia común
A varias sustancias primeras en la que se realiza.
Una sustancia primera fue Aristóteles, Carlos V;
Y cada  uno de los hombres y mujeres
Que han sido, son y serán concebidos
En su singularidad concreta.
Sustancia segunda es el hombre,
En su universalidad,
Que es lo que permite que Aristóteles, Carlos V,
Podemos decir en verdad
Que son hombres,
Porque se aplica a ellos,
Como a todos y a  cada uno de los hombres.
La sustancia segunda es, indefinitiva,
La sustancia común participable en su esencia.
Cabe que unas sustancias sean
Espirituales y que otras sean materiales
O corporales, según que la sustancia de que se trate
Sea espíritu o cuerpo.
El ALMA es una sustancia espiritual;
El CUERPO es una sustancia material..
La PERSONA, dice Boecio, es una sustancia individuo.
La sustancia que conviene a la PERSONA
Para serlo es una sustancia INDIVIDUAL,
Es decir, singular.
Ser un individuo o ser un ser  singular,
En el lenguaje filosófico equivale a decir
Que es indistinto en sí mismo, que es
Y conserva la unidad de sí mismo
Como su mejor tesoro y garantía
De ser lo que es y distinto
De lo que no es él,
Es decir, de todo lo demás.
La PERSONA es una sustancia individual
De naturaleza racional.
La naturaleza de esta sustancia
Individual es racional.
Boecio escribe que la PERSONA es racional,
Es decir, discursiva o intelectual,
Presupone que esta condición,
La de ser intelectual, con capacidad
De discurrir y reflexionar,
Es propia de la naturaleza que posee.
En definitiva, la PERSONA es una sustancia,
Individual, con una naturaleza,
Y es la  naturaleza de esta sustancia
Individual la que es racional.
También se lee en NUESTRA TRADICIÓN
La voz NATURALEZA para designar
El poder creador de DIOS.
En tiempos pasados fue empleada
Correctamente para designar
Al Autor de la Naturaleza.
La naturaleza de l sustancia individual
Es una naturaleza intelectual,
Si es que se habla de la persona.
Se aprecia con facilidad
Cómo una naturaleza intelectual,
Del estilo de la que es el hombre,
Posea facultades o dimensiones operativas,
Realmente distinta una de otra;
Como son el entendimiento y la voluntad;
Una más excelsa y noble que la otra,
Según sea la perspectiva
Desde la que se considera
Esa excelsitud y esa nobleza.
El entendimiento siempre transfigura lo que toca,
Y si no lo transfigura o purifica,
Por ser más excelsa la realidad conocida
Que el propio entendimiento cognoscente,
Lo cierto es que nunca se rebaja.
La voluntad, en cambio, apetece en ocasiones
Y tiende otras muchas a bienes,
Que de bienes apenas si conservan la apariencia.
Como la voluntad se inclina
A lo que ama desfalleciendo en ello,
Si lo amado es de inferior condición
O de condición abyecta,
La voluntad se degrada.
Sin embargo, cuando el ser conocido
Y amado es DIOS,
El acto que realiza la voluntad
Es más excelso, noble y hermoso
Que el que realiza el entendimiento
Ya que la voluntad, al amarlo,
Se entrega a EL y en EL encuentra,
No ya satisfacción intelectual,
Sino PAZ y FELICIDAD auténticas,
Hacia las que, por lo demás, se siente
El HOMBRE irresistiblemente atraído.
La esencia es lo que una definición exhibe,
Cuando es definición profunda y rigorosa;
Es la razón íntima de una cosa,
Porque la esencia es la razón
De que sea lo que es,
Y porque lo que una cosa es,
Es la razón la que lo capta;
Es la cosa misma en su más
Original verdad y autenticidad;
Lo que la existencia actualiza,
Es lo que no varía mientras lo demás
Que la acompaña o viste
Cambia y se altera;
Lo que permanece mientras lo demás
Que la reviste se transforma;
Desaparece o se le junta;
Es como la forma de una cosa,
Su íntima perfección y la razón
Profunda de su perfección;
Es, en fin, la naturaleza de algo,
En cuanto que la esencia
Es la fuente de donde mana
Cualquier virtud operativa,
O de  donde, en último análisis,
Los actos u operaciones toman
FUERZA, SENTIDO Y ORDEN.
Atardeceros Reflexivos del Grupo Complutense
Por la Década de los Sesenta
Evaristo Ballorca Lozano


2 comentarios:

  1. Me he puesto en este caluroso verano en contacto con mis lectores y quiero agradecerlos la inmensa paciencia que han tenido aguantarme ante tanto silencio sideral. Quiero ser constante en estos tiempos de relax y tiempos de playa , espero no tener tantos problemas cómo he tenido en estos largos y pasados momentos. Espero me comprendais y me sigais visitando. Gracias anticipadas.

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  2. Creo que en estos tiempos que volamos a no sé que destino convendría recordar nuestros auténticos destinos, caminos,función, misión, meta como tales individuos.Es una reflexión que yo me hago desde entonces, y más aún desde mis crisis ícticas. Se ve más claro una vez que uno los ha superado: ahora estoy escribiendo con la mano derecha que estuvo más bien sin movimiento, estoy hablando depués de un largo período( un año) de logopeda... Por eso el valor que debemos dar al individuo debe ser infinito: nadie sabe por qué unos sí y otros no. Veamos nuestra realidad. Yo la he visto, la veo día a día como un presente continuo. Seguiremos...

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