Es una esencia actualizada, concreta, individual y singular; de
naturaleza precisamente intelectual y racional; espiritual sin menoscabo de su
naturaleza orgánica, en virtud de todo lo cual es lo que es: vive, entiende,
discurre, ama, se inserta en la historia como protagonista, es señora de sus
actos con señorío sobre ellos y sobre sí misma y tiene conciencia de todo ello,
gozando de libertad esencial y existencial en la realización y apreciación de
las demás cosas y de sí misma; mezcla de luz y de sombras: la luz que derrama
su inteligencia y las sombras que proyecta su cuerpo; naturaleza aleteada de
ángel en el alma y agusanada de cáncer en el cuerpo; vuelo y peso; confianza y
derrumbamiento; social por naturaleza y egoísta por instinto; lo más perfecto
que encontramos en la naturaleza; religiosa por esencia y desconfiada por
tentaciones; polvo y luz. Cosa sagrada para Dios. Negamos que estas
consideraciones sean mera expresión literaria, sino que traducen lo que la
persona humana es o manifiesta, transcendiendo.
Madrid, invierno del 60 NOCHES COMPLUTENSES DE LA
DÉCADA DE LOS SESENTA
E.B.Lozano
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